viernes, 10 de agosto de 2012

Sistema de despojos.


El sistema de despojos (spoil system en inglés) en ciencia política, hace referencia a las maniobras que realizan los partidos políticos cuando llegan al gobierno al colocar a sus allegados en los distintos puestos en las instituciones y organizaciones del Estado. Esto supone que determinadas personalidades que acceden a estas posiciones lo hagan por motivos como el amiguismo o simplemente por haber sido uno de los seguidores del líder durante la campaña. Estos motivos, a fin de cuentas, son muy distintos a los de la meritocracia. En la cual, a la hora de acceder a ocupar un cargo, lo hace por motivos puramente profesionales y de pertenencia al partido.

Desde que se regulara el estatuto de la televisión pública con la Ley 4/1980, la radiotelevisión española ha proporcionado una información y un servicio muy sesgado, siempre dando trato de favor hacia el partido que estaba en el Gobierno en detrimento de una cierta imparcialidad en la información.
Esto dejó de ser así en gran parte tras la victoria del PSOE el 11 de marzo de 2004. Durante las dos legislaturas de José Luís Rodríguez Zapatero se puso en marcha una gestión de la Radiotelevisión Española más imparcial, la cual, consiguió índices de audiencia considerablemente altos, en especial, en los informativos de la tarde y de la noche, que llegaron a ser los mejor valorados. También hay que decir que durante esta etapa se produjo una cierta privatización del conglomerado de comunicación público.

Lo ocurrido la semana pasada con el despido de varios profesionales de sus respectivos programas de televisión y de radio de RTVE puede servir de ejemplo de la descripción del sistema de despojos que hice en el primer párrafo. De la forma que se han producido los cambios en los determinados programas induce a pensar en eso. Una práctica que parecía haberse radicado en estos últimos ocho años, parece que vuelve a surgir. Esto puede tener un doble efecto. Evitar a periodistas que le sean incómodos al gobierno, pero el otro podría ser un considerable rechazo a la cadena en forma de índice de audiencia.

Los partidos políticos ya tienen de por sí medios de comunicación afines, ¿por qué controlar ideológicamente al ente público? ¿Por qué cambiar algo que va bien?

Los ciudadanos que vivimos en España tenemos derecho o la obligación de demandar una Radiotelevisión Española neutral y despolitizada.