El sistema de despojos (spoil
system en inglés) en ciencia política, hace referencia a las maniobras que
realizan los partidos políticos cuando llegan al gobierno al colocar a sus
allegados en los distintos puestos en las instituciones y organizaciones del
Estado. Esto supone que determinadas personalidades que acceden a estas
posiciones lo hagan por motivos como el amiguismo o simplemente por haber sido
uno de los seguidores del líder durante la campaña. Estos motivos, a fin de
cuentas, son muy distintos a los de la meritocracia. En la cual, a la hora de
acceder a ocupar un cargo, lo hace por motivos puramente profesionales y de pertenencia al partido.
Desde que se regulara el estatuto de la televisión pública
con la Ley 4/1980, la radiotelevisión española ha proporcionado una información
y un servicio muy sesgado, siempre dando trato de favor hacia el partido que
estaba en el Gobierno en detrimento de una cierta imparcialidad en la
información.
Esto dejó de ser así en gran parte tras la victoria del PSOE
el 11 de marzo de 2004. Durante las dos legislaturas de José Luís Rodríguez
Zapatero se puso en marcha una gestión de la Radiotelevisión Española más
imparcial, la cual, consiguió índices de audiencia considerablemente altos, en
especial, en los informativos de la tarde y de la noche, que llegaron a ser los
mejor valorados. También hay que decir que durante esta etapa se produjo una
cierta privatización del conglomerado de comunicación público.
Lo ocurrido la semana pasada con el despido de varios
profesionales de sus respectivos programas de televisión y de radio de RTVE
puede servir de ejemplo de la descripción del sistema de despojos que hice en
el primer párrafo. De la forma que se han producido los cambios en los
determinados programas induce a pensar en eso. Una práctica que parecía haberse
radicado en estos últimos ocho años, parece que vuelve a surgir. Esto puede
tener un doble efecto. Evitar a periodistas que le sean incómodos al gobierno,
pero el otro podría ser un considerable rechazo a la cadena en forma de índice
de audiencia.
Los partidos políticos ya tienen de por sí medios de
comunicación afines, ¿por qué controlar ideológicamente al ente público? ¿Por
qué cambiar algo que va bien?
Los ciudadanos que vivimos en España tenemos derecho o la
obligación de demandar una Radiotelevisión Española neutral y despolitizada.
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