martes, 23 de mayo de 2017

La victoria perdida, la derrota ganada.


Ayer, 21 de mayo de 2017 se celebraron primarias en el PSOE, entraban en competición tres candidatos a la Secretaría General; Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López. Quienes partían con más ventaja para ser la próxima Secretaria General, en este caso, eran Susana y Pedro. El proceso de primarias se abrió con expectación, tanto por parte de la militancia como por parte de los medios de comunicación y la opinión pública. Pues desde octubre el PSOE estaba huérfano en lo que a Secretario General se refiere tras la dimisión forzada de Pedro Sánchez. Se constituyó una Gestora que planificara toda esta transición que acabó ayer, pero que situó a la organización en tierra de nadie durante todo este tiempo.

El resultado de la recogida de avales auguraba un resultado claro y sólido por parte de Susana Díaz, ya que consiguió reunir alrededor de 60.000 avales, mientras que Pedro Sánchez se quedó por debajo de los 55.000 avales, por último, Patxi López apenas pudo reunir algo más de los 10.000 avales.

Ante este panorama, Susana y su gente parecía que tenían el camino hacia la Secretaría General cada vez menos angosto. Posteriormente comenzó la campaña por competir en las primarias. Pedro Sánchez y sus seguidores sabían que tenían que movilizarse más de lo que lo hicieron para la recogida de avales, porque al tener en contra a casi todos los dirigentes provinciales y autonómicos esto suponía un duro lastre con el que tenía que caminar durante todo el proceso. Mientras que Susana tenía a favor a muchos de los dirigentes del partido, su lastre era el discurso que planteaba y ser una casi desconocida fuera de Andalucía, pero también daba la impresión de que seguía siendo una líder de una Comunidad Autónoma y no la líder de una organización que está asentada en 17 Comunidades Autónomas, dos Ciudades Autónomas y 50 provincias.

Si observamos también los discursos, podemos apreciar que son muy distintos, no solo ya entre Susana y Pedro, sino también el de Patxi. Desde que se produjo la dimisión de Pedro Sánchez en octubre, él enarboló a la militancia como poder legítimo de decisión dentro del PSOE. También reclamó el giro del centro a la izquierda que el partido socialista quería volver a ser un referente en la política española y europea. Por otro lado, el discurso de Susana se centraba básicamente en las debilidades de Pedro, en la moderación ideológica de esta, sus mensajes y que ella misma era la garantía que necesitaba el partido para volver a la senda de la victoria. Por último, el discurso de Patxi López, que lanzaba un mensaje sensato pero con poca fuerza, con muy poco convencimiento para la militancia, el mensaje de la cordialidad y el sumar todos para levantar al partido de la frustración en la que se había anclado.

El ambiente era el más propicio para la polarización, para que se produjera el desgaste de Pedro y Susana, ya ganara una y perdiera el otro o viceversa. Unos asumieron las primarias como un paseo triunfal, otros lo vieron como un medio para volver a ofrecerle vitalidad a la organización a sabiendas de que adolecían de cierta debilidad que les dificultaba el éxito. Unos se enorgullecieron del resultado cosechado durante el período de recogida de avales pero no pudieron “gestionar” de la misma forma los votos cosechados el domingo. Otros recogieron los frutos que proporcionaba el liderar el recurso de la militancia primero, el aparato después.

Por eso se produjo la victoria de Pedro Sánchez, una victoria que se empezó a cosechar tras la derrota en el Comité Federal de este. La derrota de Susana se produce por la ambición de esta, pero también por contar solo con el aparato y no con el conjunto de la organización, también se produce por el vacío en sus mensajes, falto de ideas. Porque no solo era cuestión de ganar sino de ofrecer algo más a la masa social del PSOE.

El resultado es el que es, esto no augura un éxito en las próximas citas electorales, pero hace evolucionar a una organización que lo necesitaba para seguir existiendo, para ser el motor que necesita la sociedad. Las primarias fueron algo que solo les concernía a la militancia, pero el modelo de partido que ganó el domingo le atañe a la sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario